El Mediterráneo es el lugar en el que se ejercen muchas influencias internacionales, sea en nombre de la defensa de civilizaciones, sea para garantizar rutas comerciales. Desde Viena (1815), Berlín (1885) y Algeciras (1906), España está presente en el concierto diplomático de las grandes potencias. Conforme va liquidando su imperio americano, vuelve a desempeñar un papel diplomático en la Europa de principios del siglo XX con la afirmación de sus ambiciones mediterráneas. Una vez vencida una memoria histórica fragmentada, España supera el exotismo o su condición de país-museo y asume la geopolítica. Pero le cuesta hacer olvidar su fama de proveedor de materias primas y de Eldorado europeo, cuando los hombres de negocios sustituyen a los viajeros románticos. Suscita la curiosidad benevolente del hispanismo y después de haber luchado contra una nueva Leyenda Negra, acaba conteniendo el mito aferente y participa en el movimiento de renacimiento de las naciones latinas. Pero España vuelve a afirmarse como potencia del Mediterráneo cuando este es de nuevo un espacio de tensiones antes de ser el lugar donde esboza su nueva política internacional que la confronta a la modernidad y confirma su renovación ideológica y cultural a pesar de dos episodios dictatoriales. Este libro es tanto una reflexión sobre la evolución del lugar de España en el espacio euromediterráneo (entre la imaginación romántica, la crisis social y el desarrollo económico liberal) como en el espíritu de un hispanista francés que sintetiza la complejidad de su visión del país vecino. Paul Aubert es catedrático emérito de Literatura y Civilización Españolas Contemporáneas de la Universidad de Aix-Marsella. Fue director de estudios de la Casa de Velázquez. Diplomado de Ciencias Políticas, doctor de Estado en Letras, HDR en Historia, coordinó los programas Cultura política y transferencias culturales en la Europa meridional de la UMR Telemme (CNRS-7303).