Una divertida y sabia reflexión vital de una de las autoras más queridas e influyentes de Estados Unidos. Nora Ephron es un género literario en sí misma. Famosa por su mordaz ingenio, por sus acertados y cómicos análisis de la experiencia femenina y por su capacidad para detectar los absurdos de la vida moderna, es una de las escritoras y guionistas neoyorquinas más singulares e influyentes de las últimas décadas. En este libro, el último que publicó, Ephron hace un divertido repaso de su pasado, de sus mayores fracasos y alegrías, y se lamenta con humor de las vicisitudes cotidianas. Nos habla entre otras cosas de lo que recordamos, olvidamos o inventamos al llegar a cierta edad; de su historia de amor con el periodismo; de cómo sobrevivir a un divorcio; de su preocupante relación con la bandeja de entrada de su correo electrónico; de intimidades, pequeñas manías, recetas favoritas, fiestas desastrosas; y de muchas cuestiones que todas las mujeres se preguntan al llegar a una cierta edad pero que raramente se atreven a confesar. La autora sintetiza lo mejor de su literatura sinceridad, humor y una sencillez deslumbrante en No me acuerdo de nada, sin duda una de sus mejores obras. «Un libro de Nora Ephron siempre es una alegría. Aunque no nos salga con nada nuevo. No vamos a sorprender a nadie con lo buena que es Nora Ephron. Con lo buena que es también en estas piezas cortas. O sobre todo en estas piezas cortas.» Rosa Belmonte (ABC)«En esta serie de piezas reflexivas e hilarantes, Nora Ephron realiza una pirueta tras otra para demostrarnos que lo increíblemente difícil es hacer que narrar parezca sencillo.» Lucía Lijtmaer «Devoré su prosa () y me convertí en fan junto con mi madre, mi tía, mi abuela y cualquier mujer inteligente que puedas encontrar.» Lena Dunham«Brillante, divertida y honesta. Con una voz única, sus textos desgranan las alegrías y sinsabores de nuestros tiempos convirtiéndolos en hilarantes y conmovedoras reflexiones.» Laura Ferrero «Una reflexión bastante cómica y desinhibida sobre la peripecia de una mujer liberada y profesional en la república independiente de Nueva York.» David Trueba «Nora Ephron es la clase de persona que te gustaría que te tocara al lado en una cena.» Javier Aznar «Tan atrevida y vulnerable a la vez. No sé cómo lo hacía.» Phoebe Waller-Bridge«Podía escribir de lo que fuera: sus pechos, sus fantasías sexuales, sus ex jefes, una convención demócrata o Linda Lovelace; siempre lo hacía con una mezcla de certeza, inteligencia, humor y algo de maldad, a lo Dorothy Parker, que la hacen irresistible. () Ephron hizo un arte del escribir con gracia y ligereza sobre los temas más duros y profundos. Su voz sigue resonando, aunque ya no esté.» Leticia Blanco (El Mundo)«Irónica, rápida de lengua y de escritura, el espíritu irreverente de Ephron sobrevive a su muerte gracias a algunos de los momentos más chispeantes del cine y de la literatura estadounidense.» Gregorio Belinchón (El País)«Divertida, rápida, ingeniosa, inteligente y muy observadora.» Aloma Rodríguez (Letras Libres)«Se forjó una fama de escritora aguda y sarcástica, una Tom Wolfe con faldas, y pronto pudo permitirse hablar de lo que realmente le interesaba como el tamaño de sus pechos, o más bien cómo el escaso tamaño de sus pechos había marcado su destino.» Eva Güimil (Icon, El País)«Entre Woody Allen y Tom Wolfe.» Francisco Umbral «Si quieres regar con humor las pérdidas de memoria y los fracasos, no saber nada más de las Kardashian, conocer una historia de amor tan fascinante como grotesca, llevarte una receta de pudin o conocer las seis fases del correo electrónico, lee a Nora Ephron. () La vas a recordar.» Ana Abelenda (La Voz de Galicia) «Vivir es ir alejándote de la vida poco a poco, y la escritura apenas es una pequeña rebelión contra el olvido: a la historia le sobran testigos, pero a ti te faltan. Ephron lo describe con dolorosa lucidez.» Bruno Pardo (ABC) «No me acuerdo de nada" ayuda a conocer la dimensión literaria y periodística de Ephron. Da mucha envidia constatar hasta qué punto domina el género de la columna aparentemente intranscendente pero cargada de sabiduría de proximidad, de un sarcasmo reconfortante y de una capacidad de observación mil veces imitada.» Sergi Pàmies (La Vanguardia)